
1. Reconociendo nuestros sentimientos
Esto consiste en aceptar lo que sientes en un primer momento, independientemente de sis se ajusta a la realidad o no. Esto te ayudará a dar el siguiente paso, el cual es revisar por qué te sientes de esa manera. Cuanto más pronto reconozcas el sentimiento y lo aceptes, más cerca estarás de superarlo.
2. Revisar nuestras expectativas familiares
Muchas veces pretendemos que nuestra familia nos provea de todo y nos entienda en todos los casos, olvidado que ellos también tienen necesidades y necesitan compresión. El tener expectativas realistas en cuanto a lo que esperas recibir de tu familia ayuda a evitar los niveles de frustración hacia esas personas.

3. Evitar que el pasado influya
Es común que en las familias sucedan peleas en determinado momento, por diversos motivos. Pero siempre se debe recordar que los conflictos son pasajeros, si bien la familia es para siempre. No permitas que viejos rencores sigan limitando tu convivencia familiar.
4. Encuentra el motivo real
Esto hace referencia al nivel de introspección que podamos tener. Una vez que has aceptado tus sentimientos es momento de ver por qué están ahí, pero siendo completamente honestos con nosotros mismos. Por incómodos que puedan ser, debes reconocer los motivos reales de tu enfado hacia ellos y canalizar ese malestar de una manera constructiva.
5. Ten en cuenta que tu familia forma parte de lo que eres
El rechazo hacia los familiares podría estar ocasionado por un rechazo hacia aspectos de nuestra propia personalidad que no nos gustan, pero que somos incapaces de reconocer o aceptar. Por eso es importante tomarnos el tiempo de evaluarnos nosotros mismos, antes de repudiar a los otros.
Métodos de reconciliación efectivos

Ahora veamos algunas herramientas que pueden ser de gran utilidad en el momento de buscar una reconciliación familiar, cuando toca hacer que el sentimiento de “odio a mi familia” desparezca. Después de habernos dado cuenta del por qué experimentábamos los sentimientos de malestar hacia nuestra familia, llega el momento de practicar nuevos estilos de convivencia. Vamos a verlos.
1. Evitar las comparaciones
En el momento de la convivencia, se debe tener siempre en cuenta que cada persona es única en todos sus aspectos.
Debemos evitar hacer comparaciones entre nuestros familiares o entre otras familias y la nuestra. Lo mejor siempre es aceptar a nuestros seres queridos tal y cual son. Debemos aprender a quererlos.
2. Practicar la escucha activa
Una de las mejores formas de evitar los conflictos es saber escuchar. Esto se refiere a que debemos interpretar lo que los demás nos dicen de manera asertiva, es decir, escuchar lo que realmente están diciendo y no lo que nos parece que entendimos.
RECUPERADO DE: